viernes, 25 de mayo de 2007

Socioantropologia, Liderazgo

LIDERAZGO


INTRODUCCIÓN.

Las habilidades de liderazgo constituyen uno de los conjuntos de capacidades más importantes que un mundo en cambio necesita. Este hecho ha ido poniéndose en evidencia medida que hemos intentado adaptarnos a los progresivos cambios experimentados por nuestras sociedades y lugares de trabajo, a lo largo del siglo que termina. Al tratar de tomar las riendas de nuestro destino e intentar conducir el de nuestras familias, nuestras organizaciones y nuestro planeta, se nos hace cada vez más patente la necesidad del liderazgo eficaz como una de las claves para nuestro éxito y la supervivencia en el futuro.

Aunque hay para quienes "administración" y "liderazgo" son sinónimos, debe hacerse una distinción entre ambos términos. Para efectos reales, puede haber líderes de grupos no organizados en absoluto, mientras que sólo puede haber administradores, tal como los concebimos aquí, en condiciones de estructuras organizadas generadoras de funciones. Distinguir entre liderazgo y administración ofrece importantes ventajas analíticas. Permite singularizar el liderazgo para su estudio sin la carga de requisitos relativos al tema, mucho más general, de la administración. El liderazgo es un aspecto importante de la administración. La capacidad para ejercer un liderazgo efectivo es una de las claves para ser administrador eficaz; así mismo, el pleno ejercicio de los demás elementos esenciales de la administración (la realización de la labor administrativa con todo lo que ésta entraña) tiene importantes consecuencias en la certeza de que un administrador será un líder eficaz, los administradores deben ejercer todas las funciones que corresponden a su papel a fin de combinar recursos humanos y materiales en el cumplimiento de objetivos. La clave para lograrlo es la existencia de funciones claras y de cierto grado de discrecionalidad o autoridad en apoyo a las acciones de los administradores.

OBJETIVO DEL INFORME

El Objetivo de este informe es conocer las bases teóricas del Liderazgo, dentro de su concepto y clasificaciones del personaje Líder, junto a su aspecto social y su nivel de resultados obtenidos por cada tipo de líder.


DEFINICIÓN DE LIDERAZGO.

Según el Diccionario de la Lengua Española (1986), liderazgo se define como la dirección, jefatura o conducción de un partido político, de un grupo social o de otra colectividad. El Diccionario de Ciencias de la Conducta (1956), lo define como las "cualidades de personalidad y capacidad que favorecen la guía y el control de otros individuos".

Otras definiciones son: "El liderazgo es un intento de influencia interpersonal, dirigido a través del proceso de comunicación, al logro de una o varias metas". “Fenómeno social complejo producto de la interacción de una serie de variables no constantes. De estas variables, las mas importantes son: la personalidad y la situación”.

Naturaleza del Liderazgo.

Gran parte de los psicólogos sociales esta de acuerdo en que “Líder” y “liderazgo” no significan lo mismo, pues el segundo indica una relación entre dos o más personas, en la que una de ellas influye sobre las otras. Por otra parte, “Líder” significa una posición particular, no presentándose necesariamente la relación de influencia que aparece en el término liderazgo; es decir, puede llamarse a un hombre “Líder de la ciencia” o “de las artes” sin que ejerza mucho influjo directo sobre otras personas.

CARACTERISTICAS DEL LIDERAZGO.

El liderazgo, como proceso puede ser desempeñado por una sola persona o en forma de responsabilidad compartida.

El líder único, en su rol de dirigir, coordinar y supervisar las

acciones del grupo, asume la total y absoluta libertad en el poder de toma de decisiones, pero también le compete, de forma íntegra, la responsabilidad por las acciones y hechos que se originan en el ejercicio del liderazgo. En la practica, es frecuente que esta importante y trascendental función sea compartida, es decir, ejercida por otros individuos, pero esta modalidad que implica acciones de conjunto con más de un elemento, siempre mostrara a alguien que destaca por fuerza e influencia que imprime a su rol.

En ocasiones, un grupo que obedece a más de un

líder, experimenta situaciones perturbadoras en el seno organizativo, toda vez que, probado está, que una dirección bicéfala (en planos congruentes), conduce a dualidades que restan eficacia y dinamismo al desarrollo de lo organizado.

En el ámbito educativo, el liderazgo es una acontecimiento fácil de observar, ya sea en su modalidad personal (individual) o colectiva (varios). Así mi

smo, el líder puede presentarse en su modalidad de positivo o en el plano inverso, negativo. El surgimiento del conductor positivo puede ser fuente de inagotable provecho y recurso a utilizar en la interacción del proceso enseñanza aprendizaje. Un alumno, ejerciendo el liderazgo de este orden, va a contribuir como modelo de aprendizaje y ejemplo de comportamiento deseado. Esta capacidad debe ser cultivada, guiada, orientada para la formación de un individuo, conductor de grupos sociales, con respeto a las normas que regulan el comportamiento. Por el contrario, el surgimiento de un líder de características negativas debe prevenir respecto a las posibles consecuencias nefastas que su influencia pueda

generar en el medio o en el centro de acción.

Por otra parte, existe una particularidad que diferencia el ejercicio del liderazgo según éste, nace del grupo o es producto de una designación. En el primer caso, el líder de un grupo voluntario, surge por decisión de los propios integrantes del conglomerado, cuya designación, por espontaneidad, responde a una valoración de aptitudes, destrezas, habilidades, capacidades e imagen proyectadas. Este liderazgo es de gran cohesión y cuenta – sino con todo el reconocimiento y apoyo – al menos con el porcentaje mayor de participantes de la institución que ven en él un conductor que ofrece altas posibilidades de lograr las metas propuestas. Su capacidad de convencimiento e imán para congregar o

tros individuos le hace estar siempre en primer plano.

Por contrapartida, un líder designado, impuesto, debe hacer un mayor esfuerzo para ganarse el reconocimiento de sus iguales. Este tipo de líder, que emerge por nombramiento, es conocido como guía o conductor figurativo. Generalmente, es puesto al frente de una organización por una persona que ejerce un cargo o algún ca

rgo o algún tipo de autoridad.

No siempre su presencia es notoria, pero su influencia es enorme, sin tener un cargo definitivo en el grupo se acepta su existencia: es el líder inconvencional con el cual el líder figurativo debe estar permanentemente en contacto. De lo contrario, puede eclipsar su acción limitando a extremos peligrosos sus posibilidades de éxito.


IMPORTANCIA DEL LIDERAZGO

  1. Es importante por ser la capacidad de un jefe para guiar y dirigir.
  1. Una organización puede tener una planeación adecuada, control y procedimiento de organización y no sobrevivir a la falta de un líder apropiado.
  1. Es vital para la supervivencia de cualquier negocio u organización.
  1. Por lo contrario, muchas organizaciones con una planeación deficiente y malas técnicas de organización y control han sobrevivido debido a la presen cia de un liderazgo dinámico.

ESTILOS DE LIDERAZGO

Cuando ya le ha sido asignada la responsabilidad del liderazgo y la autoridad correspondiente, es tarea del líder lograr las metas trabajando con y mediante sus seguidores. Los líderes han mostrado muchos enfoques diferentes respecto a como cumplen con sus responsabilidades en relación con sus seguidores. El enfoque más común para analizar el comportamiento del líder es clasificar los diversos tipos de liderazgo existentes. Los estilos varían según los deberes que el líder debe desempeñar solo, las responsabilidades que desee que sus superiores acepten y su compromiso filosófico hacia la r

ealización y cumplimiento de las expectativas de sus subalternos. Se han usado muchos términos para definir los estilos de liderazgo, pero tal vez el más importante ha sido la descripción de los tres estilos básicos: el líder autócrata, el líder participativo y el líder de rienda suelta.

El Líder Autócrata (Imperativo)

Un líder autócrata asume toda la responsabilidad de la toma de decisiones, inicia las acciones, dirige, motiva y controla al subalterno. La decisión y la gula se centralizan en el líder. Puede considerar que solamente él es competente y capaz de tomar decisiones importantes, puede sentir que sus subalternos son incapaces de guiarse a

sí mismos o puede tener otras razones para asumir una sólida posición de fuerza y control. La respuesta pedida a los subalternos es La obediencia y adhesión a sus decisiones. El autócrata observa los niveles de desempeño de sus subalternos con la esperanza de evitar desviaciones que puedan presentarse con respecto a sus directrices.

El Líder Participativo (Democrático)

Cuando un líder adopta el estilo participativo, utiliza la consulta, para practicar el liderazgo. No delega su derecho a tomar decisiones finales y señala directrices específicas a sus subalternos pero consulta sus ideas y opiniones sobre muchas decisiones que les incumben. Si desea ser un líder participativo eficaz, escucha y analiza seriamente las ideas de sus subalternos y acepta sus contribuciones siempre que sea posible y práctico. El líder participativo cultiva la toma de decisiones de sus subalternos para que sus ideas sean cada vez más útiles y maduras.

Impulsa también a sus subalternos a incrementar su capacidad de auto control y los insta a asumir más responsabilidad para guiar sus propios esfuerzos. Es un líder que apoya a sus subalternos y no asume una postura de dictado

r. Sin embargo, la autoridad final en asuntos de importancia sigue en sus manos.

El líder que adopta el sistema de rienda suelta o líder liberal (Consentidor)

Mediante este estilo de liderazgo, el líder delega en sus subalternos la autoridad para tomar decisiones Puede decir a sus seguidores "aquí hay un trabajo que hacer. No me importa cómo lo hagan con tal de que se haga bien". Este líder espera que los subalternos asuman la responsabilidad por su propia motivación, guía y control. Excepto por la estipulación de un número mínimo de reglas, este estilo de liderazgo, proporciona muy poco contacto y apoyo para los seguidores. Evidentemente, el subalterno tiene que ser altamente calificado y capaz para que este enfoque tenga un resultado final satisfactorio.

Desde luego, existen diversos grados de liderazgo entre estos estilos; sólo se analizaron tres de las posiciones más definidas .En una época, algunos autores y administradores separaban uno de estos estilos de liderazgo y lo promovían como la panacea para todas las necesidades de supervisión. La mayoría dio énfasis a la administración participativa, aunque el estilo autócrata tuvo varios defensores que lo promovían como la única técnica eficaz. Ocasionalmente existen promotores del estilo de rienda suelta que afirman que es un estilo singularmente provechoso. Las tendencias más recientes enfatizan la necesidad de adaptación y flexibilidad en el uso de los estilos de liderazgo, como oposición al perfeccionamiento de uno solo de dichos estilos". Se cree que en la sociedad dinámica actual son raros los administradores cuyos pensamientos y

preferencias sean completamente iguales y los trabajadores que tengan idénticas capacidades y necesidades. Y casi nunca hay dos organizaciones que tengan metas y objetivos idénticos. Debido a esto, por lo general se recomienda que el administrador tome en cuenta una serie de factores para determinar qué estilo de liderazgo es apropiado para cada situación.

En pocas palabras, un estilo de liderazgo será m

ás eficaz si prevalecen determinados factores situacionales, en tanto que otro estilo puede ser más útil silos factores cambian.



CONCLUSIÓN.

Sin lugar a dudas, el tópico recientemente tratado busca y proyecta una temática netamente social; pero, ¿Que es el liderazgo? ¿Quién lo posee? ¿Pueden desarrollarse estas capacidades, o bien se trata de algo con lo que hay que haber nacido? Hay quienes afirman que el liderazgo debe ser aprendido y ganado a pulso. Otros, en cambio, aseguran que se trata de un don que no puede ser enseñado.

Gran parte de la literatura sobre el liderazgo se centra en las características de los buenos líderes. Tales características, sin embargo, resultan a menudo demasiado genéricas para ser de algún valor práctico para alguien que desee convertirse en un buen líder. Decir, por ejemplo, que los buenos líderes son optimistas natos, o que son sinceros e inspiradores, proporciona escasa base práctica para el desarrollo o mejora de capacidades específicas. Se trata en realidad de típicos juicios sobre el comportamiento ajeno.

No hay comentarios: